EL HOMBRE SERPIENTE Y LOS CANÍBALES.
Estos hombres y
mujeres son los más hambrientos que jamás había visto, su voracidad no tiene
limites, se comen los unos a los otros saciando su apetito devuelven lo
consumido y buscan comer todavía más sin llenadera.
Vi a uno con cuerpo
como de “pirinola” pero al revés, que se comía a el mismo y hacia muchos gestos
pero no cesaba de comerse.
Luego vi grupos de 3 o
5 perseguir a otros hasta alcanzarles y comerles sin matarles…si se los comían vivos.
Yo veía esto sin
moverme, quieto pues sabia que si me interponía se me abalanzarían muchos o
todos y no podría con todos al mismo tiempo; si me observaban pero en sus ojos
al a vez de coraje y odio a hacia mi veía también su temor pues sabían que yo
era el hombre serpiente.
Pero pensé que si no
se detenían, tarde o temprano acabarían con todo y luego a mí también intentarían
comerme; así que pensé en lo que me había enseñado mi maestro y pedí ayuda a alguien
más fuerte que yo y que todos.
Un ser con forma de
león se presento, su pelo brillaba como de oro y sus ojos aventaban como
lumbre, su rugido era como mil voces…
De un zarpazo elimino
varios…luego dio otro y cayeron más…muchos huyeron pero al final los extermino
a todos…
Cuando me miro, yo
baje la cabeza…no tuve el valor de verle directamente…luego se marcho…
Ahí vi el poder del que
todo lo puede…